¿Pintamos los espacios de tu negocio?
¿Es hora de renovar la decoración de tu local?
¿A que no dejarías en manos de cualquiera tu negocio? Pues a la hora de pintar tampoco te la juegues y no te arriesgues. Busca siempre a pintores profesionales, pintores experimentados como Jesús Perales Triguero. Más de tres décadas de experiencia nos avalan, y muchas ganas de iniciar nuevos proyectos junto a ti.
¿Le damos un nuevo color a tu hogar?
¿Cambiamos el estilo de esas habitaciones?
Tu hogar es ese lugar que compartes con los tuyos, ese que poco a poco has ido haciendo el más personal de todos los que te rodean. Nuestra empresa de pintores de interiores lo cuidará tal y como lo haces tú, poniendo su mayor empeño en crear los ambientes que te harán hacer más propias esas paredes.
¿En manos de quién vas a poner las paredes de tu casa o de tu hogar?
Te lo ponemos fácil: llámanos, somos los profesionales de la pintura en Madrid
Tiempo que se gasta en pintar:
Si dejas que te líen, debes pensar en ¿cuánto vale tu tiempo? Ese tiempo que tendrás que emplear en retirar muebles, en plastificarlo todo, en tapar grietas, agujeros, desconchones, esperar a que seque la masilla, lijar, volver a aplicar masilla (y que te quede bien, claro está), recortar techos y a veces esquinas, pintar techo (con el cuello para arriba y los brazos, algo que suele ser tedioso), pintar paredes. después toca recorrer el camino opuesto: limpiar brochar, rodillos, cubetas; retirar papel encintado, plásticos; limpiar gotas en el suelo y puntitos diminutos de pintura que seguro que han saltado, limpiar, volver a colocarlo todo... ¿Has pensado cuánto tardas en realizar todo esto contando con que la tarea de pintar se te haya dado medianamente bien? ¿No crees que puedes invertir tu tiempo en tareas más eficientes como tener tiempo libre, disfrutar de la familia, amigos, hacer deporte... es tu tiempo de ocio ¿no?
Aplicar la pintura correctamente:
No imaginas la cantidad de veces que nos llaman para volver a pintar sobre algo que ya se había pintado porque los resultados obtenidos no tienen nada que ver con los deseados e imaginados. Si existe nuestra profesión, será por algo ¿no? Años a cuestas con el rodillo y las brochas, aprendiendo cuando es lo que ha tocado, hacen que nosotros hagamos unos acabados perfectos. Terminar de pintar, observar la pared y encontrarte el recorrido del rodillo marcado por todas partes... eso es algo que no le gusta a nadie. ¿Y qué me dices de los brochazos en los recortes? ¿Esa mancha de color verde que se ha escapado de la pared y desluce el blanco del techo? Pintar una pared tiene un trabajo minucioso para que una vez terminada solo podamos ver que hemos cambiado el color y que luce preciosa, desde luego no brochazos ni rodillazos.
Colocar un papel pintado... parecía más fácil ¿verdad?:
Cuando viste el papel en la tienda no te pudiste resistir, quedaba precioso en el expositor. Siguiendo las intrucciones del fabricante minuciosamente, ahora que has terminado te preguntas ¿y por qué no me ha quedado como el de la tienda? Porque no es tan sencillo. Porque es muy fácil que queden arrugas, malos recortes, uniones que se notan, rectas que quedan torcidas, burbujas que se sienten y se ven. Al igual que aplicar pintura en las paredes, colocar papel tiene un trabajo, tiene unos pasos a seguir que generalmente no están explicados en ninguna hoja de información sobre el producto. Y es más, luego cada maestrillo tiene su librillo. Con la experiencia, vas a aprendiendo cuáles son las mejores maneras de colocar ese papel tan bonito sobre la pared, qué herramientas utilizar, por donde empezar y por donde terminar. ¿Por qué complicarte la vida? Una vez colocado, mal, hay que quitarlo, rasparlo y el trabajo es el doble para volver a poner uno correctamente.
¿Por qué la profesionalidad de los pintores y la experiencia es importante?
En Jesús Perales Triguero, s.l. lo tenemos claro: la experiencia siempre es un grado. ¿Pondrías tu cabeza en manos de un peluquero que no ha cogido una tijera en su vida o que jamás ha dado un tinte y además lo va a hacer sin supervisión? Seguro que no. Seguro que tampoco quieres un mal trabajo porque tras mucho buscar a alguien que te de el presupuesto más bajo, lo que has encontrado no es precisamente un profesional de la pintura. Al final, cuando las cosas quedan mal, toca volver a hacerlas o, bueno, podemos dejarlo así ¿o no? Y volver a realizar un trabajo es una nueva inversión en tiempo, en dinero porque hay que pagar a otras personas (y ahora buscarás a gente más profesional), porque hay que volver a comprar productos, etc. Eso por no hablar de las emociones negativas que nos genera ver que las cosas no están como queremos que estén. No hay que darle muchas vueltas, generalmente lo que creemos que nos saldrá más barato (ya lo hago yo si eso o llama a aquel hombre que hacía un poco de todo) suele terminar costándonos muy, muy caro.
